
Mis comienzos de chaval con un ciclomotor me metieron esto en las venas. Después vino la enduro, una suzuki RMX de 49 que me arrancaba sonrisas todos los días.
Mas adelante vino una gas gas pampeta 250cc. Una bestia por el monte y trialetas.
Joder que pena venderla.
Después vinieron los peques y después de unos años he vuelto a montar. Esta ves con algo mas asfáltico aunque mi vena marrón me hacen meterla de vez en cuando por pistas fáciles, que no esta el horno para bollos.
Espero disfrutarla muchos años.